Más de 1,500 artistas firman carta denunciando la censura sobre Palestina

Más de 1,500 actores y artistas firmaron una carta condenando la censura sobre el tema de Palestina, entre los incidentes se cita el reciente despido de la estrella de Scream VII, Melissa Barrera.

Entre los firmantes se encuentran Olivia Colman, Harriet Walter, Aimee Lou Wood, Siobhán McSweeney, Paapa Essiedu, Youssef Kerkour, Nicola Coughlan, Lolly Adefope y Emma Seligman.

La carta va dirigida al sector de las artes y la cultura y acusa a muchas instituciones culturales en los países occidentales de reprimir, silenciar y estigmatizar sistemáticamente las voces y perspectivas palestinas.

«Esto incluye atacar y amenazar los medios de vida de artistas y trabajadores del arte que expresan solidaridad con los palestinos, así como cancelar actuaciones, proyecciones, charlas, exposiciones y presentaciones de libros», continúa.

La carta cita varios incidentes, la mayoría centrados en la escena artística y literaria del Reino Unido, pero también incluye el despido de Barerra de Scream VII. El 21 de noviembre se conoció la noticia de que fue excluida de la secuela debido a una serie de publicaciones en las redes sociales sobre el conflicto en Gaza, y el despido causó un revuelo en las redes sociales. Poco después se reveló que la coprotagonista Jenna Ortega tampoco aparecería en Scream VII.

Otros ejemplos de censura enumerados incluyen la cancelación de la exposición en Londres del artista Ai Weiwei después de que hiciera publicaciones en sus redes sociales sobre Gaza; el despido del editor en jefe David Velasco de la publicación artística Artforum; y a la autora palestina Adania Shibli a la que se le retiró la invitación para recibir el premio LiBeraturpreis en la feria del libro de Frankfurt. La carta también cita una declaración de las Naciones Unidas titulada «Se debe permitir hablar sobre Gaza/Israel».

En la carta escriben que a pesar de esta presión, miles de artistas siguen su conciencia y continúan hablando. «La libertad de expresión, consagrada en la Ley de Derechos Humanos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, es la columna vertebral de nuestras vidas creativas y fundamental para la democracia».

La carta enumera varios llamados a la acción al sector de las artes y la cultura, incluida la exigencia pública de un alto el fuego permanente, la amplificación del trabajo de los artistas palestinos y el rechazo de colaboraciones con instituciones u organismos que sean cómplices de graves violaciones de derechos humanos.

«Permanecer en silencio ante la injusticia masiva y el empeoramiento de la crisis humanitaria sería una abrogación del deber moral», continúa. «Silenciar activamente a los artistas y trabajadores de principios que cumplen con esta responsabilidad es un incumplimiento de las obligaciones legales en materia de libertad de expresión y antidiscriminación».